Pese al máximo histórico, las tres caídas interanuales consecutivas reflejan el parón en el dinamismo de las ventas al extranjero

Nadie lo diría viendo el dato de exportaciones en el primer semestre del año: con 199.951 millones de euros y un 4,7% más que el mismo periodo del año pasado. Hay algunos motivos que llevan a la preocupación. Las exportaciones empiezan a entrar en el terreno de los números rojos: tres meses consecutivos, abril, mayo y junio, con una variación anual de las exportaciones negativas. Abril se dejó un 6,3% con respecto al mismo mes del año pasado, mayo un 3,1% y junio un 2,8%, una caída en el cómputo del segundo trimestre del 4%. Hay otra razón, y es el hecho de que la inflación maquilla lo que en realidad es un descenso en el primer semestre del año. Sin tener en cuenta el efecto precio, que aumentó un 7,1%, las ventas al extranjero se dejaron un 2,2% respecto al 2022.