Los bancos españoles han presentado estos días los resultados del primer semestre de este año 2023

Con pocos matices, se mantiene el tono francamente positivo del cierre del año anterior. No obstante, en los próximos meses iremos viendo cambios que matizarán la situación actual. Por un lado, el efecto combinado de la inflación y el endurecimiento de las condiciones de financiación irán teniendo un impacto sobre la capacidad de compra y también de pago de las familias y las empresas, lo que lógicamente provocará una reducción de la demanda de crédito, un (creemos que ligero) repunte de la morosidad y una mayor necesidad de registro de provisiones. Es, además, previsible, que, poco a poco, el coste asociado a la remuneración de los depósitos vaya aumentando lo que, unido a todo lo anterior, contribuirá al estrechamiento del margen de las entidades, aspecto que restará algo de brillantez a la cuenta de resultados en un futuro próximo.