La banca encara un 2023 con desafíos e impactos contrapuestos.

La cuenta sufrirá en su parte bajo el nuevo gravamen del Gobierno y un previsible aumento en provisiones para cubrir los impagos que genere la tensión en los presupuestos, empresariales y familiares, del encarecimiento en los costes de financiación, la inflación y el enfriamiento de la economía. La palabra más repetida en foros financieros para definir el escenario es "incertidumbre" y la inflación se identifica como la clave real del ejercicio. El consenso de analistas de Bloomberg proyecta un beneficio conjunto de los bancos cotizados de 20.336 millones de euros al cierre del próximo año, que batiría en un 18% los 17.186 millones cosechados por las entidades como resultado recurrente.

 

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