Hay varias señales de alerta que se ciernen sobre el mercado laboral,

Como es el caso del retroceso fuera del sector servicios. En concreto, la agricultura, la industria y el suministro de energía y agua se dejan 89.100 ocupados en el último año, debido a la sequía y la pérdida de la competitividad del sector manufacturero por el mayor encarecimiento de la energía en Europa respecto a otras regiones. Y esto pone en peligro la continuidad de la creación de empleo. Hay que tener en cuenta que la industria tiene un gran efecto arrastre en el resto de la economía, ya que según los cálculos de Fedea un puesto de trabajo en el sector manufacturero implica otro empleo en los servicios, la construcción o la agricultura, debido a la inversión o los insumos que este lleva aparejado.

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